El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha asegurado que la reforma tributaria estará lista en 2015 y consistirá en bajar impuestos y en cambiar componentes y fuentes de recaudación tributaria.
El objetivo del Gobierno es efectuar en los primeros meses de 2014 una reforma tributaria inspirada en el informe del comité de expertos, liderado por el profesor Lagares Calvo, que ya capitaneó otras anteriores, ha declarado en una entrevista con El Economista, recogida por EFE.
La reforma se dirige fundamentalmente al IRPF y todo el sistema tributario, con consecuencias sobre el ámbito autonómico y se trata de tres actuaciones que van desde una reforma fiscal y una financiación autonómica ligada a esa reforma fiscal, hasta una reforma local y del régimen local.
Todo ello es algo que se puede hacer en “un escenario de crecimiento que será el que tendremos el año que viene”. En recesión es “imposible” porque “si te juegas la recaudación, te juegas el déficit. Y si te juegas el déficit, te estás jugando el país”, ha destacado.
Según Montoro, “hemos acabado con la recesión técnicamente en el segundo trimestre de este año y estamos en un proceso de evolución con escenario de crecimiento el año que viene”.
A su juicio, desde que la balanza por cuenta corriente se ha dado la vuelta, ha cambiado la perspectiva económica y “ya tenemos cambios en los pronósticos hechos sobre España”. Asimismo, el saneamiento bancario está funcionando y ya está parando la caída del crédito bancario, ya que no hay descensos. “Muy pronto veremos a los bancos dando créditos”.
Las entidades están volviendo a facilitar la financiación, que es lo más importante y en lo que insiste el FMI: que se facilite el crédito a los emprendedores, ha añadido.
En cuanto a la financiación autonómica y, en concreto, preguntado por si es partidario de romper el “café para todos” con Cataluña, ha dicho que “no tiene sentido económico una diferente financiación para Cataluña”.
La financiación va dirigida a financiar servicios públicos y ahora, con las reformas, “podemos hacerla en virtud del conocimiento muy superior del coste efectivo de los servicios”, pero “no hay que tratar de hacer tanto hechos diferenciales por la financiación de los servicios públicos, porque eso lleva a enfrentamientos entre españoles”, ha advertido.