Uno de cada cuatro euros se encuentra desaparecido de nuestro país. Porque no se declara, o porque no se tributa, o porque se obtiene con prácticas que no son precisamente legal ni moralmente aceptables. Pero, si todos los estudios coinciden en que esta 'realidad' es así, ¿por qué no es posible actuar contra ella? «Porque no dejan de ser modelos que suponen la aproximación a una realidad», explica Jordi Sardá, profesor titular de Economía en la Universitat Rovira i Virgili y autor del último informe «La economía sumergida pasa factura», en el que señala que más de un 24% de la economía española se encuentra sumergida. «Esta cifra ha ido aumentado con el paso de los años, sobre todo por la crisis, y tiene todo el sentido del mundo, porque con la tasa de paro actual sería imposible que no se registrase un conflicto social», destaca Sardá.
El profesor Jordi Sardá explica que, a la hora de realizar estos estudios, «lo normal es utilizar los modelos monetarios». Es decir, se toma una variable como la masa monetaria en circulación (el efectivo), y se compara con otras, como la presión fiscal. Hacienda también tiene en cuenta ese consumo de los contribuyentes para captar a los defraudadores.
Desde el Sindicato de Técnicos del Ministerio de Hacienda, su secretario general, José María Mollinedo, aclara que el fisco se vale de las discrepancias entre ese consumo y lo que se declara a la Agencia Tributaria como fórmula para encontrar fraude «cada vez con mayor frecuencia».
Las discrepancias surgen porque «los cruces informáticos de datos son ya el núcleo de selección de posibles defraudadores», indica Mollinedo. No sólo las empresas o los bancos están obligados a informar a Hacienda sobre sus rentas. También lo hacen los notarios (sucesiones, compraventas, divorcios), las compañías eléctricas (facturas de la luz), los ayuntamientos (licencias de obras), Tráfico (matriculaciones de vehículos de alta gama), Puertos (amarres contratados), inquilinos de viviendas... «Aquí se obtiene cada vez más información», explica el secretario de Gestha.